Antecedentes

Textos Pedro Alcocer y Sandra Valdés

El bosque La Primavera y el territorio que lo circunda presenta tres elementos que lo hacen sumamente singular.

En primera instancia un contexto natural marcado por un conjunto de erupciones volcánicas ocurridas desde hace 140,000 años hasta hace 20,000 y que generaron las condiciones propicias para el florecimiento de una importante biodiversidad conformada en la actualidad por más de 961 especies de plantas vasculares, más de 200 especies de vertebrados, distribuidos en 7 de peces, 19 de anfibios y reptiles, 135 de aves y 29 de mamíferos. Esta riqueza se fortalece por la situación geográfica del bosque La Primavera al ser un eslabón entre dos de las regiones florísticas más importantes de México; la Sierra Madre Occidental y el Eje Neovolcánico. Así mismo debido a las condiciones geológicas el bosque mismo representa un importantísimo recurso de agua para el AMG, a dotar en la actualidad en más del 35% del agua que se consume.

En segundo término, el borde del bosque está definido por un sistema de aproximadamente 25 poblaciones concéntricas que aprovecharon tanto los recursos naturales como los servicios ambientales del bosque, para actividades productivas entre ellas la explotación maderera, agricultura y ganadería vinculada a grandes haciendas, así como actividades industriales como ingenios azucareros y producción de tequila. Dicho sistema supone una estructura territorial reflejo del patrimonio vinculado al aprovechamiento de los recursos ambientales durante distintos momentos históricos, partiendo desde tiempos prehispánicos, pasando por la colonia, la independencia, la revolución y la implementación del ferrocarril. El territorio enmarcado por estas poblaciones conocido como Anillo Primavera es un importante reflejo de nuestra identidad y enmarca un invaluable patrimonio cultural hasta ahora poco documentado y en peligro de destrucción.

Como tercer elemento es de resaltar el vínculo de este importante patrimonio biocultural antes mencionado con el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) cuyos índices de crecimiento han sido exponenciales desde la década de los setenta; en 1975 la superficie urbanizada comprendía 10,000 hectáreas, en el año 2,000 dicha superficie alcanzó 30,000 hectáreas de suelo urbanizado, la misma superficie del bosque La Primavera, en el 2015 esta superficie se duplicó alcanzado las 60,000 hectáreas, cuyo impacto ya ha urbanizado el 30% de los límites del bosque. Estos acelerados procesos de urbanización así mismo han generado presiones importantes como la recurrencia de incendios, en los últimos 15 años la suma de polígonos afectados por incendios dentro del bosque es de 51,000 has. Lo que representa un 170% de su superficie así mismo el año pasado (2017) se incendiaron 23,133 has. en su zona de influencia y corredores biológicos

La riqueza ambiental y cultural en torno a La Primavera presenta importantes desafíos generados por la creciente urbanización del AMG; son muy escasas a nivel mundial las reservas de biosfera directamente ligadas a una zona conurbada, en este sentido abordamos un campo de estudio sumamente pertinente por su riqueza y diversidad biocultural, así como por la imperante necesidad de implementar miradas adecuadas para su conservación y desarrollo socialmente y ambientalmente sustentable. La conservación del Bosque La Primavera requiere un cambio de paradigma en donde Bosque y Ciudad se visualicen como componentes opuestos, pero al mismo tiempo complementarios.